De colores delicados, el gato Burmilla es una de las razas de gatos más atractivas y sencillas del mundo. Es un gato de tamaño mediano con un cuerpo musculoso pero elegante. El aspecto general debería ser parecido a un birmano, pero con una expresión más dulce y abierta. Su característica distintiva es su brillante capa plateada y su peculiar “maquillaje” que recubre la nariz, los labios y los ojos.
Los Burmillas siguen siendo una raza bastante rara en los Estados Unidos, pero que se comporta de manera correcta en la casa que le otorgue un espacio en los miembros de la familia. De naturaleza inquisitiva, pero inteligente, siempre buscará la forma de encontrar afecto de su dueño a través de la seducción. Y, es que, ¿cómo no caeremos ante esos hermosos ojos almendrados de color verde?
Nos encantan las razas raras y hemos decidido desarrollar todo lo que necesitas saber sobre este compacto amigo. ¡Acompáñanos!
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Origen del gato Burmilla
El gato burmilla es el resultado de un apareamiento accidental en 1981 entre una hembra Birmana y un Chinchilla de plata macho, que pertenecían a la baronesa Miranda Von Kirchberg. Según cuentan, el macho, llamado Sanquist, y la hembra, llamada Faberge, esperaban a su compañero de apareamiento cuando se interesaron el uno por el otro. Aunque Faberge fue enviada más tarde para ser apareada con su propia raza, a su llegada se produjo una camada que era bastante diferente de la Birmana.
La camada, que más tarde se descubrió que el padre era Sanquist, consistía de cuatro gatitas: Galatea, Gemma, Gabriela y Gisella. Era tan atractivas que, en lugar de neutralizarlos, la baronesa decidió desarrollarlos como la base de una nueva raza. Se cruzaron con los birmanos y se conservaron las características de la raza. Poco después, la baronesa formó la asociación Burmilla para promover este nuevo tipo distintivo de pedigrí.
Características físicas del gato Burmilla
El Burmilla es un gato de contextura mediana, gracias a la sangre birmana en su ascendencia. Las hembras son más pequeñas y delicadas, mientras que el macho es todo lo contrario, pero sin variar exageradamente. La cabeza tiene un buen ancho entre las orejas y una cúpula suavemente redondeada. La mandíbula es ancha en la bisagra que se estrecha hacia un amplio hocico.
La atracción principal del Burmilla es su capa plateada suave y densa, que se puede inclinar o sombrear en los siguientes colores: negro, azul, chocolate, lila, rojo, caramelo, crema y chocolate. En sí, es la gloria de esta raza, un poco más largo que el del birmano, pero plano y brillante.
Temperamento del gato Burmilla
El Burmilla es más bullicioso que un Birmano, pero menos relajado que un Chinchilla. Este gato ama la atención y necesita ser parte de la familia. Puede ser bastante exigente y, a menudo, seguir a sus dueños por toda la casa pidiendo atención. Si se les habla parecen entender y responder, por lo que se evidencia que son bastante inteligentes y capaces de resolver problemas tales como abrir puertas.
La curiosidad y la amabilidad de los burmilla a menudo puede llevarlos a extraviarse en los automóviles de los visitantes, así que es mejor brindarle un jardín amplio y seguro donde puedan divertirse. Pero, en general, se adaptan felizmente a los lugares donde al menos se le dé un espacio de comodidad. Ama los juguetes y jugar con ellos, por lo que no se asombre de verlo entretenido por horas con una pluma.
Salud y Vida
El gato Burmilla es tan saludable que puede vivir tranquilamente hasta la adolescencia sin un problema grave. Sin embargo, es propenso a enfermedades como la polisquítica del riñón, una enfermedad que causa la formación de quistes en los riñones y a menudo conduce a insuficiencia renal.
Cuidados Básicos
El pelaje corto y liso del Burmilla es fácil de mantener con un cepillado semanal para eliminar el vello muerto. Un baño rara vez es necesario, por lo que solo debe centrarse en el tacto mientras lo peina, ya que eso les encanta, sobre todo si es su persona preferida quien los hace. Lo demás es cuidado básico: recortar las uñas cuando sea necesario, limpiar los oídos para evitar una infección y lavar los dientes para proteger la capa bucal.
